Los promotores de este edificio fueron el matrimonio formado por Juan Carlos Andión Garrido y María Pérez González, quienes decidieron construir esta casa antes de 1773, ya que en este año hay referencias sobre su existencia. No se sabe quien fue el arquitecto aunque demuestra una gran destreza, sobre todo en su fachada principal.
La casa tiene como finalidad el hospedaje durante las Jornadas Reales. En 1777 es arrendada a una importante Compañía, apodada «los Milaneses» y por este motivo se la denomina así.
Se trata de un edificio de planta rectangular, con cuatro fachadas y cuatro alturas aunque una se debió añadir a finales del siglo XIX. La portada se resalta con un cerco de granito y pilastras que la enmarcan. En la parte superior, se sitúa el balcón de la planta principal.
Debido al distanciamiento y posterior desaparición de las Jornadas Reales, en 1848 se vende la mitad de la casa y a finales del siglo XIX cambia su función destinándose a edificio de viviendas.